domingo, 29 de septiembre de 2013

Que la poesía y la música sean el alimento - 5° FILBA Internacional




Hay semanas en las que los días me pasan como aplanadoras, me aplastan, me dejan el cuerpo pegado al asfalto, derretido y deformado. Y tengo que encontrar el tiempo y las ganas para ir a juntarlo, rearmarlo y darle respiración boca a boca hasta que por fin tose y todo vuelve a su lugar. Esas semanas, todo el tiempo es domingo a la noche y estoy entre la depresión y la sorpresa: las agujas se llevaron noches enteras y no me dejaron nada a cambio.

Esta que está pasando se lleva el 5° Filba Internacinal, y yo estática como si nada pudiera tocarme. Por suerte, Ro me increpa y vamos a Eterna Cadencia, donde prometen poesía + música, a ver de qué va. Me paso apenas, no me queda otra que caminar. Unas cuadras y por fin repto abajo cable a tierra, y respiro la ciudad que está serena, aunque sea el último viernes de septiembre en pleno prime time y la temperatura por fin responda a la estación. Mi Buenos Aires querido, claro que sí.

Eterna Cadencia está candente, no entra ni un alfiler y los aplausos rugen furiosos. La paciencia es, como siempre, la clave del éxito. Dedico la espera hasta que se haga lugar a repasar con lentitud cada rincón. Cada escalón, los libros que cuelgan hechos origami, el empapelado de hojas numeradas, los lomos de los libros enterrados en las paredes, las macetas que parecen flotar, el techo donde el cielo se funde con las voces y las estrellan penetran los oídos. Todo está dispuesto, el espacio es despacio y nosotras estamos frescas para recibir la inyección de textos que vinimos a buscar.

Sabemos que pasaron otros antes, que nos perdimos algunos hits. Pero los que nos tocan nos deleitan. Osvaldo Vigna, acompañado por unas cuerdas exquisitas, inicia su ritual y es carguen, apunten y fuego. Sus textos se clavan como balas,  van derecho a la sien y te estallan la cabeza. Su poesía te arranca del letargo, y él lo sabe y quiere que estés atento. Entonces recita como quien habita en los espacios que quedan entre las palabras, y entrega el cuerpo. Performance en estado puro. La veo venir a Juana Sinmás, acomodarse e ir pasando los papeles, las hojas del libro, y pienso que esta noche también las princesas recitan. Las princesas de la vida cotidiana, las hermosas que escriben de cualquier viaje en colectivo y te dejan la esperanza de una rutina letrada. Naty Menstrual se acomoda despacio, se sienta del otro lado de la mesa, y lee frente al micrófono. Sabe hacernos reír, sabe dejarnos expuestos con nuestros prejuicios y banalidades. Se ríe de todos, de ella, de vos, de mí, de esta sociedad pacata que tiene el dedo índice presto para apuntar. Pero como los payasos de circo, atrás de las risas hay una verdad que lastima, un sabor agridulce de sabernos todavía con cegueras que no nos animamos a desterrar.

Dejamos el lugar, flotando. Viajamos hasta casa, flotando. Esa sensación de sentirte llenito después de un gran plato. Que la poesía y la música sean el alimento del resto de los días, también de esos que son eternos domingos. 

lunes, 23 de septiembre de 2013

hoy en Casi Casi todo es vivo



si te dijeran que Manuel Embalse va a tocarse unas canciones al piso y que Inés Púrupa va a estar leyendo, vos no escucharías a los Casi Casi a las 21hs por www.radiotrash.com.ar¿? Eso pensé: tenés el sí fácil!

martes, 17 de septiembre de 2013

Brusa y los Bombones de Murano en Café Vinilo


El frío arremete en todas las esquinas. La ciudad solloza, las bocacalles acumulan el llanto de toda la semana. Me asusta quedarme adentro y que la tristeza se meta entre las sábanas, pero que no sea de esos amantes gentiles que saben retirarse cuando el sol asoma. La batalla está librada, me lanzo a la intemperie con mi mejor armadura, bufanda y capucha y meter paso firme a donde los joropos sepan dar calor.

Entrada la medianoche, en Café Vinilo se presentan Brusa y Los Bombones de Murano. Guaranias paraguayas, boleros imperecederos, valsecitos y alguna ranchera reversionada para dar cobijo al corazón del desconsuelo. En la oscuridad por ella propuesta se dibuja la belleza inconfundible de Eugenia. Rasgando una criolla sentada al borde del escenario, la fuerza de su voz nos deja tiritando mientras entona “Paloma Negra”. A pura cuerda, Los Bombones proponen los acordes de “Recuerdos de Ypacaraí”. Y la función va tomando luz y fuerza.

“La Malagueña”, “Mi dicha lejana” y el parpadeo de las velas en cada mesa crea un ambiente a plena intimidad, que hace justicia a la propuesta unplugged de la banda. En clave downtempo mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro salvador, el hombre de la percusión, van dejando circular una energía intensa y es esa sonoridad hipnótica la que invita a dejarse arrastrar por la ola rítmica de estos géneros musicales.

Promediando “Flores Negras” aterrizan los tambores y timbales. Ahora sí, caemos rendidos ante el encanto de “Rondando tu esquina” en versión bolero. “Brujería”, la interpretan y pienso que de eso se trata el show de esta noche, de esa magia que esconden los sonidos cuando responden al beat del corazón. “Qué tal te va sin mí”, ese canto desgarrador que se apacigua con “Vereda tropical”. Así son las cosas, en el amor y en la canción. La dulzura va de la voz a las cuerdas y de las cuerdas a los oídos. Ahí circula en zigzag por las carreteras de la oreja hasta encontrar el hueco por donde entrarle al alma y ahí se quedan estacionadas las melodías por un rato, hasta hacer brotar al amor, del que siempre algún resto queda.

Y el show es un espectáculo total. Eugenia tiene frescura, y Odín es su partenaire perfecto, dando por descontado ser diestro guitarrista. Gonzalo Santos también lo es, y suma una trompeta para dar grata compañía a la lista de temas. El contrabajo ronronea furioso en las manos de Sebastián Copani y la percusión, tarde pero seguro, en los dedos de Sebastián Morán devuelve un aire renovador.

Pedimos bis, porque el encanto no se rompe tan de repente. Brusa y Los Bombones de Murano interpretan y enseñan y yo de aquí en más: amo, lloro, canto, sueño con claveles de pasión. 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Varieté Literaria en el Matienzo


las mudanzas, la poesía, el Matienzo, los miércoles, las bandas, la música
¡en fin!



siempre mirando hacia atrás - Bombachitas rosas, Las Pelotas


a veces, vas al chino a comprar un budín con chips de chocolate y una canción te asalta

de eso habla Lupe cuando dice que a veces, algo chiquitito me rompe

todavía está en terapia intensiva, esperamos que se recupere (pronto o nunca)

lunes, 9 de septiembre de 2013

Los Rusos visitan a Los Casi



viste que los Lunes Lupe y Claus hacen, a puro corazón, Casi Casi a las 21 por www.radiotrash.com.ar¿?


bueno, hete aquí que hoy es Lunes y que los Casi reciben visitas.


¡atenti!

Escaleras al cielo


Hay edenes que están a tres cuadras de tu oficina, y vos ni idea. Pequeños paraísos en cuyas vidrieras brilla Resistencia, biblia de la cultura punk rock, y entre sus pasillos hay cajas con libros que liberarían tu corazón y tu cabeza por algunos morlacos nomás. Oasis en forma de librería que te dan una tregua de toda la mierda de todos los días. Un entrepiso donde la Palermo está helada, y te deja borracha de tanta felicidad y tanto arte sucediendo en vivo, para que te des cuenta que vos también estás vivo, el milagro eterno del juego de palabras.

Hay jardines de papel y tinta negra donde germina la causa independiente y duermen las portadas más lindas de todos esos textos que te redimen de tus días grises, de tus quejas absurdas por ser de los caen en la pose forzada, sin querer pero sin evitarlo. Palacios en San Telmo donde la inspiración te asalta, y escribís sin querer un poema cursi, pero seguro es culpa de esa versión de Mandolín que hace Leandro cuando tus ojos brillan y vos no sabés distinguir si es ebriedad o liberación.

Olimpos donde los jueves a la noche una escalera te lleva a los cielos, y en ese cielo hay anarquía y todos son dioses y recitan poesía hasta que la cabeza te estalla y Pat Morita toca unas canciones con su guitarra de pasto y alguien desde la actuación pretende enseñar un poco en serio, un poco en broma del amor y otros demonios. Hay una causa, a la que adherís completamente, PACHA FUERA DEL PACHA. Que lo liberen, que la libertad de expresión sea bandera, ahora y siempre. 

viernes, 6 de septiembre de 2013

martes, 3 de septiembre de 2013

Es la fiesta que te prometí



Agosto se va, pero sus últimos rayos de sol no se llevan la primaveral sensación térmica. Esperé este día como quien está convencido de que lo mejor está por venir. Lo que más me sorprende del horario vespertino del show es que la gente lo cumple. Son las 19:30hs y hay cola en la puerta de Groove, ese recinto a unos pasos de Plaza Italia que oficia de aguantadero para el público de El Mató, pero que antes fue Metrópolis. La estructura de boliche descoloca, hay bolas espejadas girando a lo alto. Y son muchas. Hay barras con birras a los costados, pero de esas que no veo desde los 15. El escenario está más arriba que de costumbre, y las luces son sofisticadas, modernas.

Arranca MI AMIGO INVENCIBLE presentando la edición física de “La nostalgia soundsystem”, su 6to disco de estudio a cargo Fuego Amigo Discos (gran sello, si los hay), y llevan de la mejor manera esa inmensidad de sonidos que lo componen. Casi todo el repertorio transita canciones de esta última placa, y la banda suena como una aplanadora. Parece que necesito más desorden, y así nos llaman. Desde el arranque lo entregan todo, su música atrae como un imán y los que estamos presentes nos acercamos al pie del escenario para disfrutar. Explosión de volumen y cuidado en la ejecución. Dan un show limpio, con ritmo, con energía. Definir es estancar. No voy a encajar su música en un género, porque sería minimizar. Sería injusto también, porque Mi Amigo Invencible sabe abarcar y fusionar. Pero que les sobra actitud y se pueden comer al mundo escudados en sus melodías, de eso no hay dudas.  Mi Amigo Invencible llegó definitivamente a la ciudad de la furia, para darla vuelta. Bienvenidos.

BOSQUES es un viaje. Si una palabra bastara para resumir la manera en la que la banda suena en vivo, cualquier sinónimo de “viaje” estaría bien. Travesía sonora que invita al trance, sonido que transporta. Ritmos densos que cortan el aire y que se repiten en loop una y otra vez. Intensidad que baja y sube, pero no abandona. Los chicos tocan, y es como si nos llevaran de la mano en el bosque, y avanzar hasta que la luz se pierde y se encienden los otros sentidos. Avanzar entre los troncos de los árboles valiéndose de esos sentidos poco practicados, pero que despiertan con “Eomaia” o “El alimento hace bien”. Trance que nos baja de los techos donde trepó la garganta para alcanzar a Mi Amigo y que nos deja en cero para la celebración que está por iniciarse.

Santiago Motorizado, Doctora Muerte, Pantro Puto, Niño Elefante y Chatrán Chatrán. Los chamanes que van a dar inicio al ritual de la noche. Las ventajas de estar a la vera del pogo son extrañas, te llega la vibra y te ahorrás los moretones, pero te perdés la emoción del epicentro. Tomo notas inútiles, ya sé de qué va la cosa. Como un corresponsal de guerra, pero de esas guerras en las que triunfan los buenos, porque los buenos son los que empuñan la voz como arma y el bajo como escudo. Hay mosh, pero no me da el cuero. Me conformo con cerrar los ojos y entregar el cuerpo. La trilogía, La Dinastía, las canciones, los mantras de siempre. Pero cómo no decirlo otra vez, si se trata de eso. De esa canción que se esconde en el límite, la bisagra entre la palabra vuelta sonido y lo que es dicho con una melodía. Por eso somos una manada saltando en cada acorde, porque ahora estamos un paso más acá de la domesticación. EL MATÓ toca himnos salvajes, evoca lo primitivo y ahí es cuando los pibes nadan sobre las cabezas, las pibas se chocan los cuerpos y el sudor nos hermana. La despedida anticipada de siempre “muchas gracias a todos por venir en esta noche de primavera tan hermosa”, el Chango y su voz, su forma. Me sumo al agradecimiento, porque si esto está más o menos bien es por todos los que nos entregamos sin restricciones al salvajismo.  

lunes, 2 de septiembre de 2013

Después de fundar el club de idiotas adorables


La cita es en el Matienzo el último jueves de invierno, aunque la temperatura en la ciudad niegue la estación. La terraza es la principal aliada para mitigar la espera. En algún rincón me siento a mirar la gente llegar, y me despido de la locación que tantas noches de algarabía me regaló con nostalgia, pizza y birra.

Antes de que suenen las campanas de medianoche, NUBES EN MI CASA copa el escenario. La voz de Josefina va desplegándose por encima de las capas de sonido de ensoñamiento que son las canciones de Me suelto y vuelvo, último disco de la banda. Intensidad de paisajes que van sucediéndose entre tema y tema, el público lo recorre desde el suelo, sentados al pie del escenario. Suenan como esa caricia después de la caída, el soplido sobre la herida, ese alivio que llega en el momento justo. A puro pop, pero del intenso y variado, logran crear el clima propicio para el inicio de una noche que promete ser larga. Se despiden con “Mareo”, la canción que cierra su primer disco, y se retiran del escenario como si se los hubiera llevado la corriente, pero el mar quedó agitado.

Es el turno de MINISTERIO DE ENERGÍA, estos paladines del synth pop que arrasan con un sonido tecno, que llega a los oídos con frescura y compás. Pero para que la ola energética nos arrastre, falta todavía salir del trance. Aún están los cuerpos echados en el piso, ¿por qué están todos sentados?, pregunta el primer entusiasta alzando la mano e invitando al agite. Las canciones llegan desde su disco debut El mundo today, e inundan el recinto con ese efecto de expansión que alcanzan desde los sintetizadores hasta las guitarras. Piden más teclado, pero claro, si de eso se trata. “La música nos transporta donde ya nada importa”, así reza la letra de “Caminar”, y bien podría ser esa la oración que resuma el show que da la banda esta noche.

La pasarela que regularmente se abre entre el escenario y el público desaparece. Es que VALENTÍN Y LOS VOLCANES da la patada primera con “Piedras al lago”, canción incluida en Play al viejo walkman blanco, disco editado en el año 2010 que los posicionó como referentes de la escena independiente platense, y que se ganó un lugar de privilegio entre mis favoritos. Es que Jo hace poesía de la cotidianidad y eso es siempre un lindo mimo. “Punto santa clara”, justifica la trama de su chaleco celeste y el gusto por hacerlo uno mismo. Jo es adorable, tanto, que fundó el club y todo. Resulta que depende de la óptica desde donde se lo vea. Mi maestro me enseñó a meterme y saltar para vivirla y contarla. Y ahí estoy, con la voz en llamas y los pies bailarines. La gente del lugar pide que no saltemos, inútil que lo hagan. Si toca Valentín, no se puede estar quieto. Suenan bien, su música es sublime, la energía está circulando. Facu Tobogán es, una vez más, un chico de Orense. Responden al pedido de bis y desde la oscuridad se despiden con los últimos temas. Otra vez más estos homeless platenses le devolvieron a la ciudad la energía que su ritmo citadino aniquila. 

Casi Casi recibe Septiembre



lunes otra vez, Casi Casi te lo salvará!

a las 21hs por www.radiotrash.com.ar tenés una cita con Claudio y Lupe, no les falles, que los pibes son hiper sensibles